jueves, 5 de noviembre de 2009

Frío

Y, de repente, llegó el frío.
De un día para otro, sin avisar ni llamar a la puerta. Todas las hojas de los árboles se cayeron de golpe, y hubo que rescatar abrigos y gorros de los armarios; y que poner edredón en la cama y que ser consciente de que el alien saldrá cuando haga todavía más frío y aún no tengo un pelele de abrigo donde meterle (de momento es el que está más calentito).

Me gusta el frío.
Asomarme a la ventana en pijama a primera hora de la mañana y notarlo en la cara.
Ver el cielo nublado, que llueva.
Bajar a la calle enfundada como una cebollita y saber que tengo los mofletes colorados y los moquillos cayendo.
Que haya menos gente por la calle.
Que la gente que hay por la calle vaya a toda prisa donde sea que vaya, mientras yo paseo sin prisa disfrutando del aire helado.
¡Comerme un helado en enero!
Que nieve en la calle mientras yo estoy en casa.
Una buena tormenta.
Meterme bajo el edredón por las noches, acurrucada, y asomar sólo la naricilla y apenas las manos mientras leo un poco antes de dormirme.
Escribir mis pensamientos enfundada en mi bata rosa de lana...

2 comentarios:

  1. Es curioso, pero el frío me hace pensar en España :) Es el lugar donde más ha experimentado el frío esta tampiqueña de clima tropical xD Eso sí, hubo mucho calor humano :)

    Un besote, Socia!

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  2. Eres tú misma, me encanta (aunque eso ya lo sabes verdad?). A mi ahora mismo ese frío me ha jugado una mala pasada y estoy con un trancazo del 15 pero aún así (y en condiciones normales) también me gusta eso.

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