viernes, 9 de octubre de 2009

Silencio

Llevo un rato leyendo, leyendo un buen libro echada en el sofá de mi casa y en "silencio". En "silencio" significa que no tengo puesta la televisión, ni la radio, y que aparentemente debería estar tranquila y disfrutando de mi lectura.
Pero por aquí, en silencio, significa el autobús que para bajo mi ventana y que arranca con más ruido que el que hace el Enterprise al arrancar. El siguiente autobús que pasa dos minutos después, y que hace el mismo ruido. Las obras que hay enfrente y que llevan abriendo el pavimento a martillazos desde las ocho de la mañana (son las cuatro y veinte de la tarde). La gente que pasa hablando a gritos por el teléfono móvil. El cláxon del coche. La ambulancia de la Cruz Roja probando a ver si funcionan las sirenas. La ambulancia de la Cruz Roja saliendo con las sirenas a todo meter (aunque no haya tráfico). El aire acondicionado del edificio de oficinas de al lado. El zumbido de este ordenador...

Ayer leí una columna que hablaba de lo que se valora el silencio en Japón, y de lo ruidosos que podemos llegar a ser los españoles.

Cuando el cuerpo pide silencio de verdad (ahora), envidio muchísimo a los japoneses...

2 comentarios:

  1. El que dijo aquello del "silencio es oro". creo que sabía a que se refería, hoy en día me temo que para disfrutar de el hay que añadirle una gran dosis de capacidad de aislamiento. O eso o subirse a una montaña a la que los ruidosos no te puedan seguir. Sin embargo esos raros momentos de silencio son un bálsamo para el espíritu y se disfrutan al máximo.

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  2. Es tan cierto... Yo creo que ya estoy acostumbrada en cierto grado al ruido, tengo el poder de abstracción, soy distraída por naturaleza xD Últimamente no uso audífonos al caminar por la calle, y en la pc se me olvida poner música. Con todos los ruidos ambientales, ya tengo suficiente. (ODIO cuando los vecinos ponen reggaeton a todo volumen T_T). Fuera de eso, estoy relativamente en paz.

    A los 12 años, salí de viaje con mi familia y llegamos al pueblo de San Juan de los Lagos, Jalisco. El silencio era TAN abrumador que estuve intranquila. Es raro, ¿no? Y en casa, cuando todo está en silencio, para mí equivale a soledad... Porque no escucho a mi madre cocinando, a mi hermano viendo la tele, a mi padre trabajando... De vez en cuando aprecio ese silencio solitario, pero cada vez prefiero sentirme acompañada, aunque sea por su ruido...

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